miércoles, 4 de julio de 2012

Crónica de un México “democrático”

Son las 6:40 horas. Felipe se levanta para prepararse a cumplir, lo que al igual que otros mexicanos, participar como funcionario de casilla. Felipe se alista para cumplir lo que con mucho gusto aceptó, ser secretario. Él está convencido que no es un desperdicio de tiempo, que es un buen momento para sentir que colabora con la Nación de otra forma.

7:30. A pesar de que vive cerca de las casillas, quiere ser puntual. Él se despide de su esposa e hija, para encaminarse a esta nueva experiencia patriótica. Al llegar a la escuela donde se llevarán a cabo las votaciones, ya están las puertas abiertas, observa que la mayoría de los funcionarios y observadores están presentes. En su mente llegan pensamientos de su gran responsabilidad y lo que puede suceder si existen retrasos o algo sale mal, pero también sabe que las cosas pueden ser mejores de lo que él cree.

A las 8:00, ya están las casillas y los vecinos comienzan a llegar. Felipe, con una sonrisa, saluda y da los buenos días. Lee en voz alta los nombres de los presentes, para que sus compañeros los busquen en la libreta y revisen que todo esté en orden.

Mientras cumple con su deber, ojos críticos observan que se lleve a cabo con normalidad la votación, al tiempo que, entre miradas de los representantes de partidos, se observa la competencia de todos ellos.

Los supervisores dan rondines cerca de las casillas por si algún lápiz llegara a romperse o acabarse, mientras los votantes miran alrededor con el temor que la lluvia cayera de nuevo. “Mi lápiz ya no tiene punta”, dijo un votante; el supervisor se acerca rápidamente a darle un sacapuntas negro, mientras que ya había una larga fila de ciudadanos esperando por su derecho. “Se le rompió la punta a mi lápiz”, y el encargado se acerca de nuevo.

Al ser las 10:00, a pesar de estar nublado el día, mucha gente se siente animada a participar; el día avanza con normalidad sin imprevistos, pero se nota en la cara de los funcionarios su estrés y cansancio. Algunos toman agua, otros llevan sus termos de café, sándwiches y otras cosas.

Al pasar el día y ser las 14:30, la hija de Felipe saluda a su papá. “¿Tienes chance de comer?” pregunta su hija, quien observa alrededor, en la rústica y un poco degradada escuela, llena de charcos; “sí, ahora los demás deben estar comiendo… pero creo que más tarde nos volveremos a ocupar” contestó. “Bueno, entonces ahorita vengo”, y se va rápidamente a la casa. “¡Mamá! Dice mi papá que si le mandas de comer porque tiene libre ahorita”. Su mamá guardó en un traste la comida, juntando también un tenedor, servilletas y una botella de refresco. La muchacha guardó todo en una bolsa y lo llevó.

Se escuchan truenos y se empieza a nublar el día, así que acelera el paso, entra y observa que ya había mucha gente y que su padre se había ocupado de nuevo. Deja la bolsa a un lado de él y se va.

Al transcurrir la tarde, la hija de Felipe le marca a su padre para saber cómo está, y si ya casi se desocupa; “no, hija, estamos ya contando los votos, ya son las 7:30 y no creo acabar pronto; pero no te preocupes, estoy bien. En cuanto salga, les llamo para avisarles que voy en camino”.

Al terminar la llamada, la joven piensa en el gran cambio que tendría el país y en los grandes conflictos que se podrían desarrollar, los desacuerdos entre ciudadanos, olvidándose que al final, todos queremos lo que a percepción de cada quién, lo mejor para el país, México.

A las 20:30, la muchacha, al revisar su cuenta de Twitter, ve comentarios contra Enrique Peña Nieto, candidato del PRI y PVEM en su mayoría, otros tantos apoyando a Andrés Manuel López Obrador, postulante del PRD, PT y Movimiento Ciudadano; por último a Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN.

Se nota en los comentarios el interés de los jóvenes en cuanto al futuro del país; se pueden distinguir las divisiones en ideas y partidos, hay comentarios graciosos y chistes en cuanto a la situación… hasta que a las 21:00 se comienza a marcar la diferencia entre los candidatos con respecto a los votos, y en la red social, pareciera que había ocurrido una desgracia y el descontento es colectivo.

Al pasar la noche y en la mañana siguiente, al ver las noticias a las 6:00 horas, se  declara como ganador a Peña Nieto, lo cual provoca el descontento en la mayoría de las personas. Al llegar la hija de Felipe a las 7:00 a su escuela, es el tema principal en cualquier conversación, y lo más mencionado es la corrupción y enfado de los jóvenes en cuanto a los resultados.

Y esto, aún continua…


Patricia Sandoval

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